El equipo bogotano venció 2-0 al Sao Paulo, de Brasil, con goles del volante Ricardo Ciciliano, y se instaló en la siguiente fase del torneo internacional. Uno y otro, los dos golazos de Ricardo Ciciliano quedarán grabados para siempre. En el primero, a los 31 minutos del segundo tiempo, recibió un pase de Johnatan Estrada y sin dejar caer la pelota definió con un bombazo cruzado entrando al área frente al mítico arquero Rogerio Ceni. En el segundo, cinco minutos después, Juan Carlos Quintero lo habilitó, para luego correr 40 metros a paso de liebre y con un nuevo bombazo dejar al Goliat del arco brasileño postrado en el césped del estadio El Campín.
"¡Oeeeeee, oeeeee, oeeeee, oeeeeeee, Millooooos, Millooooos!", cantó entonces enloquecida de felicidad la hinchada albiazul, que alabó a Ciciliano más que a nadie, pero que prolongó con aplausos hasta el final del juego la histórica victoria 2-0 sobre Sao Paulo de Brasil y la clasificación a las semifinales de la Copa Sudamericana.
Fueron aplausos de agradecimiento para un Millonarios que jugó con la casta de los más grandes su partido más importante del año hasta el momento.Porque si al frente estaba un rival de categoría, eso fue lo que Millonarios tuvo desde el principio del juego: categoría para detener el ímpetu de Sao Paulo, para quitarle la pelota en la mitad del campo y para atacarlo, que fue su arma de sorpresa en el primer tiempo.
Sao Paulo dominó claramente hasta los 16 minutos, cuando el arquero Eduardo Blandón se arrojó por la pelota en el área ante una jugada de Dagoberto y aquietó las corrientosas aguas brasileñas.
Después fue Millos el que estuvo más cerca del gol, con un remate de media distancia de Ciciliano y con dos llegadas al área de Rafael Robayo (minutos 37 y 39), que atajó Rogerio Ceni.
Millonarios terminó montado en la etapa inicial porque Robayo era un encantador de serpientes, Ervin González parecía una saeta por la banda derecha, Ciciliano jugaba como un poseído con la pelota y atrás, de nuevo, la defensa era una muralla infranqueable.
Millonarios terminó montado en la etapa inicial porque Robayo era un encantador de serpientes, Ervin González parecía una saeta por la banda derecha, Ciciliano jugaba como un poseído con la pelota y atrás, de nuevo, la defensa era una muralla infranqueable.
Estaba claro que Millos tenía sometido a Sao Paulo, y que podía ganar el partido, pero que no debía cometer ningún error para mantener la ventaja del juego de ida y pasar a las semifinales.
Y así encaró el segundo tiempo, aunque trató de correr lo justo, no rifar nunca la pelota y aprovechar las oportunidades de anotar que se le presentaran. El objetivo le salió a pedir de boca, porque Sao Paulo perdió la poca claridad que le quedaba y los tres cambios ordenados por el técnico Muricy Ramalho apenas provocaron un susto.
Luego llegaron los golazos de Ciciliano, esos bombazos que aseguraron la clasificación y provocaron el delirio de la gente, que no paraba de cantar "¡Oeeeeee, oeeeee, oeeeee, oeeeeeee, Millooooos, Millooooos!"
La frase"Estoy muy feliz. Esto era lo que queríamos y lo logramos. Me siento orgulloso de mis jugadores. Y el apoyo de la gente me emocionó", dijo Mario Vanemerak, DT de Millos, al lograr la clasificación.
SÍNTESIS
Millonarios 2 Sao Paulo 0
Millonarios: Eduardo Blandón; Andrés Salinas (Gustavo Rojas, m.76), Gonzalo Martínez, Andrés Mosquera, Alex Díaz (Zapata, m.84); Ervin González, Rafael Robayo, Juan Carlos Quintero, Johnatan Estrada, Ricardo Ciciliano (Carlos Castillo, m.88); Carlos Villagra.
Director técnico: Mario Vanemerak.
Sao Paulo: Rogerio Ceni; Breno, Alex Silva, André Días, Richarlyson; Fernando (Jadilson, m.72), Hernanes, Souza (Diego, m.68), Hugo (Francisco Alex, m.71); Dabogerto y Aloísio.
Director técnico: Muricy Ramalho.
Goles: 1-0, m.77: Ricardo Ciciliano. 2-0, m.82: Ciciliano.
Expulsados: no hubo.
Figura: Ricardo Ciciliano.
Árbitro: Martín Vázquez de Uruguay. Amonestó a Breno, Fernando, Dagoberto y Blandón.
Asistencia: 39.454 espectadores.
Recaudación: $ 986'000.000.
Incidencias: partido de vuelta de los cuartos de final de la CopaSudamericana de Fútbol, disputado en el estadio El Campín de Bogotá.
Gabriel Briceño F.Redactor de EL TIEMPOgabbri@eltiempo.com.co
